México, D.F., a 15 de marzo del 2013.
“LA
EDUCACIÓN PRIMARIA EN FRANCIA EN LA DECÁDA DE 1880. LA ORGANIZACIÓN DE UN
SISTEMA NACIONAL COMO SERVICIÓ PÚBLICO, LAICO, OBLIGATORIO Y GRATUITO”
De
las leyes fundamentales a la guerra “…que la mujer pertenezca a la ciencia o
que pertenezca a la Iglesia”
Las concepciones y las prácticas pedagógicas.
Antoine
Prost
DE
LAS LEYES FUNDAMENTALES A LA GUERRA
Es
importante reconocer como en esa época la población consideraba ya
trascendental la instrucción, porque
sabían que la difusión de conocimientos
les permitiría alcanzar sus objetivos y tener mayor progreso, y así es
como las familias consideran que el bienestar inicia en las escuelas.
Existió
gran influencia por la época de la luces, ya que por medio de la ilustración, se
logró mayor cobertura y distribución de libros que contenían diversos
conocimientos, en los cuales la población puso su mayor confianza ya que no
dudaban de lo que estaba escrito en ellos.
La
sociedad confiaba en el progreso de su gente con base en la instrucción, porque
es muy cierto que el conocimiento otorga los fundamentos para lograr objetivos,
para crecer como personas y así compartirlo
con los demás y alcanzar un crecimiento como nación.
Esta
forma de pensamiento es la que permite reconocer la importancia de las leyes
fundamentales de Jules Ferry y Goblet (1879-1889).
De
las leyes fundamentales me intereso
bastante la fundación de las escuelas normales para mujeres, porque es aquí en donde inicia la inclusión de
las mujeres en el ámbito laboral, permitiendo así que se inicie el arduo
trabajo para lograr la equidad de géneros.
En
esta época surge lo esencial para construir un sistema educativo que hoy en día
siguen vigentes como el ser un servicio público, la gratuidad, la
obligatoriedad impuesta al padre y la laicidad.
El
debate que surgió fue el servicio público porque se creía que si no se pagaba
la instrucción los padres no estarían atentos en el aprovechamiento y en la
asistencia de sus hijos. Pienso que eso depende de cada familia, en el interés y
atención que realmente se les otorga a los hijos, porque un ejemplo claro en la
actualidad es que existen niños que asisten a escuelas particulares y no es
garantía de que los padres de familia presten mayor atención en sus estudios.
Difiero
de Jules Ferry en cuanto a mencionar que la moral depende plenamente de los
profesores, ya que es en el hogar donde se aprenden inicialmente los valores,
la moral y costumbres que van formando a cualquier individuo desde que es un
niño.
Es
cierto que el profesor predica con el ejemplo, para que sus alumnos aprendan
también de él, pero para que en realidad funcione se deben construir acuerdos y unir esfuerzos entre los principales
integrantes de una comunidad escolar que son alumno, profesor, padres de familia
y director, ya que para alcanzar los
objetivos debe llevarse a cabo un trabajo colaborativo, en el que todos aporten
de sí lo mejor.
Sin
embargo estoy de acuerdo con Ferry en la laicidad, ya que permite formar en el
niño un criterio amplio que le permitirá tomar sus propias y libres decisiones
en cuanto a lo religioso. Es digno de reconocerse el esfuerzo y postura de
Jules Ferry para defender la laicidad en la instrucción, porque enfrentó las
dificultades sin perder el objetivo.
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