sábado, 16 de marzo de 2013


México, D.F., a 15 de marzo del 2013.
“LA EDUCACIÓN PRIMARIA EN FRANCIA EN LA DECÁDA DE 1880. LA ORGANIZACIÓN DE UN SISTEMA NACIONAL COMO SERVICIÓ PÚBLICO, LAICO, OBLIGATORIO Y GRATUITO”
De las leyes fundamentales a la guerra “…que la mujer pertenezca a la ciencia o que pertenezca a la Iglesia”
Las concepciones y las prácticas pedagógicas.                            Antoine Prost
DE LAS LEYES FUNDAMENTALES A LA GUERRA

Es importante reconocer como en esa época la población consideraba ya trascendental la instrucción, porque  sabían que la difusión de conocimientos  les permitiría alcanzar sus objetivos y tener mayor progreso, y así es como las familias consideran que el bienestar inicia en las escuelas.
Existió gran influencia por la época de la luces, ya que por medio de la ilustración, se logró mayor cobertura y distribución de libros que contenían diversos conocimientos, en los cuales la población puso su mayor confianza ya que no dudaban de lo que estaba escrito en ellos.
La sociedad confiaba en el progreso de su gente con base en la instrucción, porque es muy cierto que el conocimiento otorga los fundamentos para lograr objetivos, para crecer como personas y  así compartirlo con los demás y alcanzar un crecimiento como nación.
Esta forma de pensamiento es la que permite reconocer la importancia de las leyes fundamentales de Jules Ferry y Goblet (1879-1889).
De las leyes fundamentales me  intereso bastante la fundación de las escuelas normales para mujeres,  porque es aquí en donde inicia la inclusión de las mujeres en el ámbito laboral, permitiendo así que se inicie el arduo trabajo para lograr la equidad de géneros.
En esta época surge lo esencial para construir un sistema educativo que hoy en día siguen vigentes como el ser un servicio público, la gratuidad, la obligatoriedad impuesta al padre y la laicidad.
El debate que surgió fue el servicio público porque se creía que si no se pagaba la instrucción los padres no estarían atentos en el aprovechamiento y en la asistencia de sus hijos. Pienso que eso depende de cada familia, en el interés y atención que realmente se les otorga a los hijos, porque un ejemplo claro en la actualidad es que existen niños que asisten a escuelas particulares y no es garantía de que los padres de familia presten mayor atención en sus estudios.
Difiero de Jules Ferry en cuanto a mencionar que la moral depende plenamente de los profesores, ya que es en el hogar donde se aprenden inicialmente los valores, la moral y costumbres que van formando a cualquier individuo desde que es un niño.
Es cierto que el profesor predica con el ejemplo, para que sus alumnos aprendan también de él, pero para que en realidad funcione se deben construir  acuerdos y unir esfuerzos entre los principales integrantes de una comunidad escolar que son alumno, profesor, padres de familia y director, ya que para alcanzar  los objetivos debe llevarse a cabo un trabajo colaborativo, en el que todos aporten de sí lo mejor.
Sin embargo estoy de acuerdo con Ferry en la laicidad, ya que permite formar en el niño un criterio amplio que le permitirá tomar sus propias y libres decisiones en cuanto a lo religioso. Es digno de reconocerse el esfuerzo y postura de Jules Ferry para defender la laicidad en la instrucción, porque enfrentó las dificultades sin perder el objetivo.

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